
Joaquim Amat-Piniella
K. L. Reich
Traducido por: Baltasar Porcel , Joaquim Amat-PiniellaPrólogo de: Ignacio Martínez de Pisón
Francesc y Emili, dos exsoldados republicanos que trabajan para el ejército francés, son capturados por las tropas nazis. Deportados al campo de concentración de Mauthausen junto a otros excombatientes españoles, allí empezará para ellos una experiencia terrible que los convertirá en testigos y víctimas de la llamada «internacional del dolor».
El relato se centrará en Emili, quien logrará sobrevivir haciendo dibujos pornográficos para los SS. A través de él se nos muestra el funcionamiento de los campos: la corrupta red de Kapos, las distintas clases de reclusos, el terrible sistema de exterminio, la malnutrición…; la inhumanidad, en definitiva, de uno de los episodios más tristes de nuestra historia.
Amat-Piniella escribió esta novela basándose en su experiencia como prisionero durante casi cinco años en distintos campos de concentración nazis, su intención era perpetuar la memoria de los miles de españoles que estuvieron internos en ellos. Según él, la forma novelística era «la más fiel a la verdad íntima de los que vivimos aquella aventura».
Publicado por primera vez en 1963, K. L. Reich es, seguramente, el mejor libro que se ha escrito nunca en España sobre la experiencia en los campos.
- SBN 9788416213016
- Última edición Octubre, 2014
- Páginas 289
- Editorial Asteroide



¿Por qué ahora, al bajar del tren, después de tres días de viaje, aparecían unos alemanes nuevos, desconocidos? ¿ A qué obedecían los culetazos, los puntapiés, las voces, y tantas y tan exageradas precauciones? Sin tanto aparato, la gente habría saltado de los vagones con orden y hasta la formación hubiera resultado más fácil.
JOAQUIM AMAT-PINIELLA, K.L Reich (I, pp. 13)
“La formación parecía no tener fin. A la escasa luz del alba, Emili contempló unos instantes la columna negruzca y compacta de los peisioneros y las manchas verdes de los centinelas, meticulosamente repartidos a lo largo de la comitiva, con fusil amartillado.”
“El trayecto había sido largo y fatigoso. La interminable comitiva de los mil quinientos hombres llegaba por fin a la alambrada del recinto exterior. Subiendo por el atajo empinado, resbaladizo, la subida había sido difícil para aquella gente, cargada de equipaje y de miedo. Los guardias no habían cesado de gritar y hostigar durante el camino, la marcha había sido dura y algunos de los presos habían sido duramente castigados. No era estraño que al penetrar en el campo, el cansancio y la angustia se reflejaran en la expresión, en el andar y en el silencio de la multitud,”
JOAQUIM AMAT-PINIELLA, K.L Reich (I, pp. 13/19)
“Un campo de concentración … Al pie del muro en construcción se dintinguían las pequeñas siluetas negras de los trabajadores, seguramente internos reforzando su propia cárcel … aquello era mucho más grave que la propia muerte … la fría crueldad que presidía la organización del campo.”
JOAQUIM AMAT-PINIELLA, K-L Reich (I, pp. 19 / IV, pp. 55)

“… tuvo que esforzarse para reconocer que eran hombres … Cubiertos de harapos a rayas azules, con un casquete tambien rayado, hundido por encima de las orejas, sus caras requemadas por el aire helado, amoratados sus lavios y rojas sus narices, temblando todo su cuerpo encogido, mostrando, a través de su delgdez cadavérica, una existencia de infinitos sufrimientos. Los huesos apuntaban por debajo de la piel y los trapos que la cubrían. Parecían sacos de leña. Los pantalones, demasiado cortos, dejaban al descubierto los tobillos hinchados. El hielo pegado a las suelas de madera de sus botas les hacía tambalearse como borrachos.”
JOAQUIM AMAT-PINIELLA, K.L Reich (I, pp. 20)